Consideramos
las evidencias en torno a si los crustáceos pueden experimentar
dolor y estrés de maneras análogas a las de los vertebrados. Se
aplican varios criterios que podrían ser indicadores potenciales de
la experiencia del dolor: (1) adecuación del sistema nervioso
central y de los receptores, (2) aprendizaje de evitación, (3)
reacciones motoras de protección, que podrían incluir reducción
del uso de la zona afectada, cojera, frotamiento, sujeción o
autotomía, (4) cambios fisiológicos, (5) compensaciones entre la
evitación de estímulos y otros requisitos de motivación, (6)
receptores opioides y evidencia de reducción de la experiencia del
dolor si son tratados con anestésicos locales o analgésicos, y (7)
alta capacidad cognitiva y sintiencia. Para el estrés, examinamos
las respuestas hormonales que tienen una función similar a los
glucocorticoides en los vertebrados. Llegamos a la conclusión de que
existe una gran similitud funcional, a pesar de emplear sistemas
diferentes, y que, por lo tanto, pueden tener experiencias similares
en términos de sufrimiento. De este modo, el trato de estos animales
en la industria alimentaria y en otros lugares podría plantear
problemas de bienestar.
miércoles, 29 de marzo de 2017
martes, 14 de marzo de 2017
Cómo el veganismo se convirtió en una parte integral de mi feminismo
En el innovador
texto eco-feminista de Carol J. Adams de 1990, La
política sexual de la carne: una teoría crítica
feminista-vegetariana, la autora lleva
al lector por un viaje que aborda el patriarcado, la carne, el
feminismo, el veganismo (aunque Adams lo llama vegetarianismo, como
vegana que es también se ocupa de la producción de leche y huevos),
y en cómo cada uno se influye mutuamente. Una de las teorías más
omnipresentes de Adams compara la opresión de las mujeres con el
consumo de animales, influenciados por sus papeles de "referentes
ausentes", que separa al individuo del objeto consumible
(figurativamente el cuerpo femenino y literalmente el cuerpo del
animal).
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